Tirar de memoria veinte años atrás parece sencillo pero no lo es, en todos estos años han pasado demasiadas cosas, no solo en mi profesión que de lo que quiero hablar si no en mi propia vida, esto lo escribo a las puertas de los 40 y mi historia se remonta a 1995, en plena adolescencia.
No me voy a extender mucho en contaros cosas acerca de mis 20 años como diseñador, no quiero aburrir a nadie con historias que podrían alargarse mucho, así que haré tres entradas en mi blog, en esta la primera parte hablaré de como mi vida me llevo al diseño gráfico, en la segunda hablaré de mi formación y influencias artísticas y en la tercera haré una pequeña conclusión tanto de puntos positivos como negativos que me he ido encontrando en este tiempo.
Pues como decía corría el año 1995, aún me encontraba terminando mi último año de la difunta EGB (si, yo fuí a EGB) y por entonces como chico joven de oído inquieto y alternativo, me encontraba musicalmente hablando metido de lleno en el sonido grunge y rave de la época y fue precisamente en mi primera noche en un evento musical de este tipo donde me topé con un bonito diptico diseñado por Pedro Cabañas que lo cambiaría todo.
Si, digo que lo cambiaría todo porque con aquel flyer en mis manos dije totalmente convencido de ello que aquello quería hacerlo yo, fue mi «chispazo» con el diseño. Pero ahí se quedo la cosa.
Siguiendo en el tema que trata esta entrada, mis principios, por aquel entonces en este aspecto en Algeciras no había muchas opciones, si eras un chico tenías electricidad, mecánica, bachillerato y alguna cosa más, si eras chica enfermería o administración, este último también para chicos que se decantaban por profesiones menos pesadas. Si lo de las chicas suena fatal, pero así era hijos míos.
Yo ya quería estudiar diseño, pero era imposible obtener información alguna, en mi colegio nadie me decía nada claro y no fue hasta que comencé el fp de electricidad cuando mi profesora de lengua, la alternativa y modernísima señorita Flor la que me dio la primera información al respecto, después de estar con ella charlando de una idea que se me ocurrió para el hacer en el instituto y que nunca vio la luz, una revista interna que yo diseñaría y además me encargaría del apartado musical, pero eso, es otra historia.
El caso es que Flor me decía que diseño solo podía hacer en Cádiz, en la escuela de arte de allí, no lo sé porque tampoco hice por informarme mucho, irme a Cádiz a estudiar por entonces no entraba en mi planes ni posibilidades.
Tres años después, ya cuando agonizaba en aquel módulo de electricidad ocurrió algo, de esas cosas que no tienen explicación pero que pasan y pasan por algo, sin alargarme mucho os contaré que un día, con las aún existentes páginas amarillas en mis manos, no sé que hacía con ellas por entonces pero allí estaban, estas, se me cayeron al suelo, quedando abiertas por una página donde aparecía un anuncio, una academia privada llamada Centro System de Formación en Jerez de la Fra. y que impartía clases tres días a la semana de diseño gráfico, con Corel Draw, Freehand y un Photoshop 6 si mal no recuerdo.
Y ahora sí, aquí comenzó todo.
Por fin tenía conocimientos y formación básica en diseño y ya estaba listo para diseñar, corría 1999 y justo en ese año recibía mi primer encargo, un flyer para un evento de música electrónica en Huelva.
Gracias a una amiga en común empecé a diseñar para Unión Records de Sevilla, mítica tienda de discos y organizadora de eventos por entonces en la capital andaluza y a partir de ahí aquel «esto quiero hacerlo yo» se hizo realidad diseñando en los siguientes años más de mil flyers, posters y logos para el sector de los eventos musicales por toda Andalucía. Una larga historia. Actualmente no realizo apenas encargos para este sector, por decisión propia.
A partir de aquí llegaron mis primeros trabajos en estudios locales, donde tuve mis primeros contactos con empresas de servicios y otros tipos de publicidad y sistemas de trabajo desarrollando poco a poco mi amor hacia las marcas, la creación de estas y su universo.
Como decía al principio he querido resumir bastante para no aburrir pero entenderéis que entre tanto y tanto han pasado muchas cosas, buenas y malas, pero hoy en día vivo del diseño y espero seguir haciéndolo, con la experiencia que he ido recibiendo en lo personal y en lo profesional que por supuesto me han influido en mi forma de trabajar y de ir evolucionando en esta profesión, una profesión que no es nada fácil por cierto y para más inri viviendo en Algeciras, donde la cultura del diseño y la preocupación por este por parte de las empresas no ha llegado de forma más generalizada hasta hace relativamente poco.
En mi siguiente post os contaré más cositas en lo referente ami formación y influencias. Hasta entonces un hasta luego 🙂